APROPIARNOS
Googlea “Axilas de mujer”
Veo mis axilas y no me reconozco, de inmediato creo que algo está mal conmigo, pienso:
¿Yo estaré mal?
¿Mi cuerpo estará mal?
¿Las axilas de las mujeres que he visto están mal?
No lo sé y creo que ninguna de nosotras lo sabe, solo son así, debo admitir que más de una vez he sentido pena por ponerme una blusa que las deje al descubierto, “NO LEVANTES LOS BRAZOS”, me repetía cuando no las aceptaba, solía buscar remedios mágicos en catálogos, páginas de belleza, Instagram, Facebook, lo que fuese con tal de mejorarlas.
Comencé a entender que estamos rodeadas de estereotipos, normas, reglas, que de no seguirse caemos en el constante señalamiento, no suficiente con nuestra pena o autocrítica tenemos que ir escuchando las de los demás sobre nuestro cuerpo, el punto que menos se ha entendido, es nuestro.
Qué más da si no lucen como el objetivo fijado por la sociedad, finalmente, los demás no saben por lo que hemos pasado para aceptarlas, para decir “ESTÁN BIEN, son un poco más oscuras, tienen líneas, un poco o mucho vello, estrías, sudan un poco más de lo normal, están un poco resecas”, dilo, mantenlo, aprópiate de ellas.
Apropiarnos de nuestras axilas puede cambiar cómo vivimos el día a día, podemos elegir ese atuendo que por días, meses o años que hemos postergado, nos podemos mover como nos plazca sin sentirnos observadas o señaladas, y, en caso de sentirte así, LEVANTA LOS BRAZOS para que las observen y se apropien de la misma idea que florece en ti.
Al principio podría ser extraño, cabe la posibilidad de desconocernos, pero con el tiempo las inseguridades se volverán insignificantes, en comparación con el poder que irá creciendo en la constante lucha de apropiarte de tu cuerpo, puede que comiences a ver que el “IDEAL” no siempre es tu ideal, y está bien, realmente no lo es.
No es de inmediato, tal vez, nunca habías pensado en la acción subconsciente que te hace no ponerte blusas sin mangas o siquiera levantar los brazos, que el rechazo sea hacia las críticas de los demás y el abrazo sea para nuestro cuerpo al que cada día queramos más.
